Con motivo del 70 aniversario de la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (Convención de La Haya), el ICOM participa en la conferencia internacional organizada por la UNESCO en La Haya para celebrar los logros de la Convención en las últimas décadas y debatir también los retos actuales y futuros de la protección del patrimonio, también para los museos.
El 14 de mayo de 2024 se cumple el 70 aniversario de la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (Convención de La Haya adoptada en 1954). Con este motivo, la UNESCO organiza una conferencia internacional en La Haya (Países Bajos), del 13 al 15 de mayo, para celebrar la existencia y la importancia de esta convención y reflexionar sobre su futura evolución ante los retos contemporáneos. Respondiendo a la invitación de la UNESCO, el ICOM participa en este evento para representar los esfuerzos de la comunidad museística en la aplicación de este instrumento y recordar el compromiso del ICOM con el Blue Shield. Junto con el Consejo Internacional de Archivos ( ICA), el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), el ICOM es una de las cuatro organizaciones fundadoras del Blue Shield, una organización creada en 1996 para proteger el patrimonio cultural en caso de conflicto armado y catástrofes de origen humano o natural. Desde entonces, y hasta la fecha, el ICOM ha participado como miembro de la Junta Directiva y como Presidente del Comité de Acreditación del Blue Shield (dedicado a la creación de comités nacionales).
La Convención de La Haya de 1954, adoptada tras la Segunda Guerra Mundial en el marco de la UNESCO, nació de la voluntad de proteger el patrimonio cultural tanto en tiempos de paz como en caso de conflicto armado. Considerada la «madre de todas las convenciones sobre la protección del patrimonio cultural», fue el primer tratado multilateral dedicado exclusivamente a este tema. De carácter operativo en más de un sentido, compromete especialmente a sus «Estados miembros» a establecer medidas preventivas para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, a definir sanciones en caso de incumplimiento de las normas establecidas por la Convención y a crear unidades especiales dentro de las fuerzas militares encargadas de la protección de los bienes culturales.
« A los efectos de la presente Convención, se considerarán bienes culturales, cualquiera que sea su origen o propiedad: (…) b) los edificios cuya finalidad principal y efectiva sea conservar o exponer los bienes culturales mobiliarios definidos en el apartado a), tales como museos, grandes bibliotecas, depósitos de archivos, así como los refugios destinados a albergar, en caso de conflicto armado, bienes culturales mobiliarios definidos en el apartado a); (…) »
– extracto del artículo 1 del Convenio de La Haya de 1954
El ICOM siempre ha desempeñado un papel central en la creación y aplicación de la Convención de 1954: presente desde los primeros debates sobre la necesidad de elaborar una convención de este tipo en 1949, nuestra organización también ha desempeñado un papel activo en su desarrollo. Así, a finales de 1992, ante el aumento de los conflictos y sus consecuencias para el patrimonio cultural, los Estados miembros, encabezados por los Países Bajos, solicitaron un estudio detallado de los textos del derecho internacional humanitario que rigen la protección del patrimonio cultural (monumentos, museos y otros) durante los conflictos armados. En aquel momento, la UNESCO pidió al Sr. Patrick Boylan, entonces Vicepresidente del ICOM, que realizara un estudio (revisión) de la Convención (publicado en 1993). Este estudio y otros artículos (véase Museum International N°185 Vol XLVII, n°1, 1995, p.59) y debates condujeron a la redacción del Segundo Protocolo de 1999, que «introdujo medidas de protección más rigurosas, definió una mayor responsabilidad y reforzó las salvaguardias para el patrimonio cultural».
Los museos, por su parte, también llevan a cabo una labor en sintonía con la Convención de La Haya, en particular a través de las recomendaciones del Código Deontológico del ICOM para los museos, que les invita, por ejemplo, a llevar inventarios de sus colecciones o a identificar los bienes prioritarios en caso de emergencia. El ICOM también apoya a los museos en su papel de refugio de bienes culturales amenazados por conflictos y de punto focal de la red museística cuando es necesario apoyar a los profesionales de los museos y organizar operaciones de urgencia en zonas afectadas por conflictos.
Desgraciadamente, hay que decir que, en la actualidad, el contexto internacional sigue fuertemente marcado por numerosos y polifacéticos conflictos. El patrimonio cultural sigue estando extremadamente amenazado, ya sea como objetivo directo o como daño colateral.
Ante esta situación, el ICOM sigue sensibilizando sobre la importancia de la Convención de La Haya e insiste a los Estados Miembros a que respeten sus obligaciones en situaciones de conflicto. Este aniversario es, por tanto, una oportunidad para celebrar los logros de la Convención, pero sobre todo para mirar hacia su futuro. El ICOM está orgulloso de participar en este aniversario y ya se ha comprometido a proseguir sus esfuerzos para fomentar la ratificación universal y la aplicación de esta Convención.