Akira OHKUBO
Divulgador científico en el Miraikan, Museo Nacional de Ciencia Emergente e Innovación, Japón.
Los museos no tienen fronteras,
tienen una red
junio 22, 2023
Palabras clave: accesibilidad, inclusión, diversidad, comunicación, tecnología.
El Miraikan, uno de los museos nacionales de ciencias de Japón, es visitado por grupos de personas muy diversos que vienen a contemplar los últimos avances científicos y las tecnologías más punteras. El Miraikan, que en japonés significa “casa de los futuros”, aspira a ser una plataforma abierta en la que todos puedan contribuir a crear un futuro más próspero. Mejorar la accesibilidad de los museos resulta esencial para que en este proceso esté realmente incluido todo el mundo, independientemente de su nacionalidad, origen cultural, características físicas, etc.
Como divulgador científico interno, yo sirvo de puente entre la ciencia y la sociedad, por lo que mi principal función consiste en abordar este reto. En este artículo comparto lo que mis colegas y yo hemos aprendido durante el desarrollo de programas museísticos accesibles.
Diseñar una visita guiada visual con visitantes sordos o con problemas auditivos
Fig. 1. See Through Captions: una práctica pantalla transparente que convierte las palabras pronunciadas en texto en tiempo real. © xDiversity
En el Miraikan hay laboratorios de investigación dirigidos por investigadores externos. Uno de ellos, el proyecto xDiversity, está desarrollando una pantalla en la que se pueden leer subtítulos en tiempo real y que se llama See Through Captions (Fig. 1). Se trata de una herramienta tecnológica que convierte las palabras pronunciadas en textos que aparecen rápidamente en una pantalla. A través de la pantalla transparente también se pueden ver las expresiones faciales del usuario, otro elemento clave de la comunicación (Fig. 1). Este dispositivo nos sirvió de inspiración para colaborar con el equipo de investigación en el diseño de una visita guiada visual dirigida a visitantes sordos o con problemas auditivos.
Sin embargo, este canal de comunicación tan eficaz no se creó de la noche a la mañana. Aprendimos rápidamente lo difícil que resultaba adaptar la forma de hablar al dispositivo. Por ejemplo, supongamos que el guía quiere presentar un objeto que está expuesto detrás de él. Para hacerlo, señala dicho objeto mientras dice algo así como: “Voy a presentarles ese objeto”. Los asistentes nos dijeron que no entendían a qué se refería específicamente la palabra “ese”, porque ellos estaban mirando la pantalla para poder leer el mensaje que aparecía en ella y, por lo tanto, no podían ver al mismo tiempo adónde apuntaba el gesto del guía cuando señalaba concretamente “ese” objeto.
Lo adaptamos de la siguiente manera. Primero el guía dice: “Voy a presentarles un objeto que hay detrás de mí”. El guía espera a que todos los participantes terminen de leer lo que ha dicho y luego señala el objeto. Ver la situación a través de los ojos de los asistentes nos permitió ajustar esta herramienta con el fin de facilitar la comunicación visual.
Fig. 2. Una escena de la visita guiada visual en la que los guías, la persona que traduce y los asistentes interactúan entre sí. © Miraikan – The National Museum of Emerging Science and Innovation & xDiversity.
Actualmente seguimos desarrollando la visita guiada tanto con los asistentes como con los profesionales. Por ejemplo, un intérprete de la lengua de signos japonesa (JSL, por sus siglas en inglés) nos está ayudando con las visitas (Fig. 2). Él ayuda sobre todo a los niños sordos que usan la JSL como primera lengua y el japonés como segunda, porque nos dimos cuenta de que a los niños les resultaba difícil leer japonés en la pantalla del dispositivo. Esto también permite a todos los asistentes disfrutar de la visita tanto en JSL como en japonés escrito. Y pueden expresar lo que piensan de diferentes maneras, ya sea escribiendo, dibujando o por signos (Fig. 2). A veces los guías también utilizan un guion ilustrado (Fig. 2) para ayudar a los asistentes (especialmente a los niños sordos) a visualizar lo que se está explicando.
El proceso continúa y nosotros seguiremos trabajando en el diseño de la visita. Es importante destacar que, a la hora de mejorar la accesibilidad, siempre trabajamos con las personas afectadas.
Este trabajo nos ha permitido ampliar nuestra red y llegar a las comunidades de personas sordas y con problemas auditivos. Hemos organizado viajes escolares para alumnos sordos y hemos creado una videoguía del museo en JSL.
Las medidas de accesibilidad también benefician a “otros”
Nuestros avances para mejorar la accesibilidad de los visitantes sordos y con problemas auditivos también son beneficiosos para los visitantes que pueden oír. Por ejemplo, durante una visita para personas sordas o con problema auditivos, el guía debe transmitir el mensaje utilizando pocas palabras y cortas, debido a que el número de palabras que pueden aparecer en la pequeña pantalla de 4 pulgadas es limitado (Fig. 1). Esto contribuye a crear un guion de la visita conciso y, por lo tanto, más fácil de entender para todos. Cuando nos dimos cuenta de esto, nos animamos a ofrecer la visita también a los visitantes oyentes. Esta es una de las claves de nuestra misión: lograr que todo el mundo pueda acceder y disfrutar de las experiencias museísticas.
La inclusión de muchas personas diferentes hizo que la visita fuera aún más significativa. Un participante afirmó: “asistir a la visita ayudó a mi hijo, un niño con disgrafía, a descubrir que el texto escrito es sólo una de las diversas formas de comunicación”.
Fig. 3. Una escena del evento titulado “Una ciudad que es respetuosa contigo, ¿lo es también con los demás?”. Un niño pregunta a una participante ciega qué es eso que está utilizando (un anotador braille). © Miraikan – The National Museum of Emerging Science and Innovation
Esta experiencia nos animó a organizar este año otro acto abierto, titulado “Una ciudad que es respetuosa contigo, ¿lo es también con los demás?”. La razón por la que elegimos el tema del “respeto” es que nadie, y al mismo tiempo todo el mundo, es experto en “respeto”, puesto que cada persona puede tener una opinión sobre lo que es el “respeto”.
Nosotros, por nuestra parte, hicimos todo lo posible para que el evento fuera lo más “respetuoso” posible. Entre otras cosas, pedimos a los asistentes que dijeran siempre su nombre antes de hablar (de lo contrario, a los ciegos podía resultarles difícil saber quién estaba hablando) y que utilizaran palabras fáciles de entender (de lo contrario, los hablantes no nativos y los niños podían perderse). También ofrecimos herramientas para la transcripción de voz a texto.
Entre el público había niños, personas con problemas auditivos, personas de baja estatura y personas ciegas o con problemas de visión. Este grupo tan diverso puso de manifiesto que es imposible encontrar una solución sencilla que convierta una ciudad en un lugar respetuoso para todos. Lo que es “respetuoso” para unos puede no serlo para otros (por ejemplo, los ascensores no son “respetuosos” para las personas con claustrofobia, pero son esenciales para los usuarios de sillas de ruedas). Trabajar por una sociedad verdaderamente inclusiva y diversa requiere afrontar, apreciar y comprender esta complejidad, que nos reta a ser mejores. La tecnología tiene el potencial de ayudar a superar estos retos, cuando se desarrolla pensando en el bienestar de la sociedad.
Fig. 4. Visita guiada visual, en la que un niño sordo enseña a una niña oyente a contar números en JSL. © Miraikan – The National Museum of Emerging Science and Innovation & xDiversity
Creo que una de las formas en que los museos pueden desempeñar un papel en este sentido queda magníficamente ilustrada en la foto de arriba, tomada después de una de nuestras visitas guiadas. La niña oyente de la izquierda y el niño sordo (y su hermana) de la derecha se hicieron amigos durante una visita a la que asistieron ambos. El niño sordo empezó a enseñar a la niña oyente a contar en JSL. Terminaron explorando juntos la exposición. Esta escena de comunicación respetuosa me inspiró. Hacer amigos nuevos y descubrir culturas diferentes es quizá una de las cosas más significativas que puede ofrecer un museo. Creo que, si se mejora la accesibilidad, tanto el Miraikan como cualquier otro museo, pueden convertirse en lugares donde todo el mundo descubra algo, o donde se cree un futuro más próspero.
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