Laura Phillips
Profesora titular de Museología y Gestión de la Información, Universidad de Toronto
Los museos no tienen fronteras,
tienen una red
agosto 28, 2023
Me he enfrentado a este tema con otros editores y revisores por pares y presento este artículo como una serie de recomendaciones a tener en cuenta, especialmente si usted ocupa uno de esos puestos de autoridad, con el fin de promover la reflexión sobre el proceso de revisión por pares y los diferentes significados de la palabra par. Escribo desde mi posición de crítica académica, investigadora, colona, blanca y de ascendencia europea (y ciudadana británica y canadiense). El objetivo de este artículo de opinión es ayudar a las publicaciones a evitar (involuntariamente) volver a infligir violencia colonial y dar una cosmovisión limitada en ámbitos en los que se supone han de hacer justo lo contrario.
Tal y como observó una colega mía muy cercana, Heather George, descendiente europea y kanien’kehá:ka y directora del Centro Cultural Woodland, el problema con los comentarios y sugerencias de edición que recibí (tanto en esta como en otras ocasiones) era que mi trabajo no estaba siendo revisado por mis pares. Esto me hizo reflexionar y preguntarme: ¿a quién considero yo mis pares?, ¿cuál es la diferencia entre las personas que realizan una revisión por pares o actúan con autoridad editorial en un contexto académico, y los pares de mi contexto profesional y personal más directo?
Este artículo expone afirmaciones que, si bien suscitaron preguntas para el panel de revisión por pares, también representan consideraciones que son comunes entre mis pares (mis colegas de trabajo). Estos comentarios representan unos conocimientos y acuerdos contextuales que provienen de un ámbito de entendimiento compartido a través de un ethos de parentesco relacional más que de la autoridad o el anonimato. Estos puntos podrían verse como un tipo de protocolos descolonizadores e Indigenizadores compartidos, aprendidos de muchas fuentes y recursos Indígenas, y apoyados en actos de atención mutua. Utilizar la palabra protocolos suena un tanto formal. Quizás pensar en estas afirmaciones como puntos de partida para una relación entre pares y parientes refleje mejor lo que se puede construir a partir de estos principios fundacionales. No estoy diciendo, en absoluto, que mis pares y yo estemos siempre de acuerdo, pero estos puntos fundamentan la labor descolonizadora e Indigenizadora que intentamos llevar a cabo desde nuestras distintas posiciones. Yo, desde mi trabajo en el contexto académico de las estructuras educativas y museológicas de Canadá, veo a mis pares como personas inmersas en el proceso de realizar el arduo trabajo de desafiarse a sí mismas para pensar de otra manera, y/o de extender generosamente su paciencia al largo proceso de desmantelamiento de las estructuras coloniales, y/o de aceptar las críticas con humilde gratitud, y/o de apreciar el trabajo gratuito que muchas personas realizan para educarse y reeducarse mutuamente al embarcarse en estos periplos, y/o de dedicar tiempo a reflexionar sobre los procesos o situaciones en los que podemos habernos equivocado para poder hacerlo mejor la próxima vez.
Estos puntos demuestran formas de activar y cumplir (mínimamente) la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas a escala internacional, aunque yo los aprendí a través de un grupo de pares más íntimo y local y de mis experiencias en Canadá. Las referencias, más allá de las referencias bibliográficas estándar, son una parte esencial para visibilizar de dónde proceden nuestras enseñanzas. Yo incluyo los principales textos de los que he aprendido, pero las numerosas conversaciones con mis pares y profesores sobre estos temas no pueden referenciarse adecuadamente aquí, más que manifestando mi más sincero agradecimiento. Doy también las gracias especialmente y expreso mi infinita gratitud a Hadley Howes, colonx, artista, académicx y unx de mis pares más queridxs, quien comentó este tema conmigo antes de enviar la versión final de mi artículo.
El colonialismo continúa y las naciones europeas siguen beneficiándose de la extracción
Cuando usted escriba sobre cualquier lugar y sobre los pueblos que hayan experimentado la expansión colonial europea y el colonialismo de colonos de 1492, por favor, no lo exprese como algo del pasado. El colonialismo continúa: los Estados federales han cometido y siguen cometiendo genocidio contra las naciones Indígenas. En lo que ahora se conoce como Canadá esto comenzó con los europeos, especialmente Gran Bretaña y Francia. Hoy en día utilizamos la palabra colono para describir a cualquier persona no Indígena cuya presencia fue o sigue siendo permitida por los gobiernos coloniales.
Las naciones europeas siguen beneficiándose de los enormes impulsos económicos de la extracción colonial trasladando a las poblaciones excedentes a tierras coloniales como colonos, y también se benefician de la enorme riqueza de capital creada durante los últimos cinco siglos de robo transaccional de tierras, del secuestro y compra de personas para esclavizarlas y del saqueo de bienes culturales para colecciones públicas y privadas. Estas transacciones eran tan carentes de ética, inmorales y fraudulentas (incluso para el capitalismo) en el pasado como lo son ahora. A pesar de las numerosas peticiones de restitución, repatriación, rematriación y reparación, el ciclo de la riqueza continúa incesante.
Respete las lenguas indígenas cuando cite personas, lugares, plantas, animales, etc.
Si usted escribe desde o sobre cualquier tierra que no sea Europa, dedique tiempo a averiguar cuáles son los nombres indígenas originales de lugares, plantas, pueblos y animales. Descentre las lenguas europeas coloniales e impuestas. No hacerlo borra milenios de conocimiento y existencia. Entienda que términos como Woodland (bosque) y “subártico oriental” fueron etiquetas que los europeos pusieron por conveniencia porque no conocían, entendían o tenían a su disposición los hechos reales de la Tierra y de sus gentes.
Cuando utilice un topónimo impuesto por el colonialismo europeo, es correcto decir “lo que ahora se conoce como…”, “conocido recientemente como…” o “denominado en las geografías de los colonos como…”. Esta formulación reconoce respetuosamente los múltiples milenios pasados en los que se utilizaron otros nombres. Si los conoce, inclúyalos (y si no los conoce, averígüelos). Por ejemplo, lo que hoy conocemos como Canadá surgió en 1867, cuando la compañía Hudson Bay vendió al Dominio de Canadá unas tierras robadas conocidas como Tierra de Rupert (Rupert’s Land, la cuenca de la bahía de Hudson) sin consultar a ninguna nación indígena. Canadá no era tal antes de que esto ocurriera, por lo que es incorrecto referirse a esta Tierra como Canadá cuando se hace referencia a cualquier momento anterior a 1867, puesto que confunde el estado geopolítico colonial contemporáneo con dicha Tierra.
Tiempo inmemorial es un concepto aceptable para calcular el tiempo
No todos los sistemas para calcular el tiempo pueden vincularse al calendario gregoriano (el cual se remonta tan sólo a la década de 1580), que es el que se utiliza hoy en día en muchos países, aunque no en todos. Los pueblos indígenas de la Isla de la Tortuga (referente geográfico indígena que incluye Canadá, EE.UU. y México y que tiene forma de tortuga) creen que ellos han estado presentes desde tiempos inmemoriales. Poner años gregorianos a dicha presencia es un acto de violencia epistémica y sobrescribe las propias creencias e historias indígenas. Que usted no sea capaz de concebir a qué se refiere tiempo inmemorial no significa que ésta sea una afirmación inválida o poco académica.
Mayúscula para Tierra, Indígena y Reconciliación
Como colona instalada en tierra robada, he optado por escribir Tierra con mayúsculas por respeto a esta Tierra en la que estoy, la Tierra que nos sustenta. Utilizo las mayúsculas cuando me parece correcto, en lugar de seguir las reglas de la gramática. La palabra Indigenous (Indígena) siempre se escribe con mayúscula por respeto a estas Naciones y Personas. Lo mejor es comprobar cómo se identifica la gente y utilizar el nombre que ellos empleen para referirse a su nación o comunidad.
La Reconciliación es el proceso que el gobierno de Canadá ha ordenado emprender a los habitantes de esta tierra para que analicen el origen de Canadá desde un punto de vista personal y social. Para los colonos esto significa comprender de qué es cómplice nuestra presencia (especialmente la violencia y el robo de tierras) e incluso empezar por aprender a reconocer qué es colonial. Muchos de nosotros (sobre todo quienes tienen antepasados parecidos a los míos) tenemos el privilegio de decidir ni siquiera pensar en ello. Mi preferencia personal es decir “conciliación perpetua”, como David Garneau, en lugar de “Reconciliación”.
El posicionamiento significa que la información personal es importante y debe incluirse en nuestro trabajo académico (y en otros ámbitos)
En mis escritos incluyo el reconocimiento y el aprecio por la Tierra en la que me encuentro, y también el reconocimiento y la expresión de mi gratitud a las Naciones Indígenas que cuidan de dicha Tierra. Hoy escribo desde los territorios de las naciones Haudenosaunee y Anishinaabek. Incluyo explicaciones sobre mi relación con esta Tierra y sobre cómo llegaron mis antepasados a este lugar, unos hace muchas generaciones y otros más recientemente. Esta información, junto con el hecho de que soy una persona sin discapacidad, cisgénero, heterosexual y blanca, también aporta información sobre mi posicionamiento o mi forma de ver y entender el mundo. Esta información tan importante demuestra que entendemos que estamos expresando una perspectiva. Si usted no incluye esto, pregúntese por qué. ¿Asume que su forma de ver, su educación, su privilegio y/o su perspectiva es universal?
Ninguna disciplina o cosmovisión es neutral u objetiva
Si usted se ha educado en Europa o en una colonia europea, lo más probable es que su educación haya girado (sin mencionarlo) en torno a formas de ver y entender el mundo basadas en la Ilustración. Se trata de una forma de ver el mundo que, al no mencionarse a sí misma como tal, sobrescribe y excluye otras visiones del mundo. Esto no significa que no pueda utilizar nombres o conceptos de las disciplinas de Historia Natural que se basen en las perspectivas de la Ilustración, por ejemplo, sino que basta con indicar que lo está haciendo. El uso de calificadores abre la puerta a otras visiones del mundo, aunque no las incluya.
Los comentarios pueden infligir violencia y traumas
Editores y revisores, sus comentarios y correcciones son portadores de su cosmovisión. Por favor, sean conscientes de cómo pueden ser percibidas sus palabras, especialmente cuando ustedes se encuentran en una posición de poder y autoridad. Si bien algunos comentarios y correcciones de editores y revisores me resultaron sorprendentes (por las experiencias que inspiraron este artículo), estos no me afectaron personalmente. Si dichos comentarios y correcciones se hicieran en un artículo escrito por un académico Indígena, podrían llegar a infligir violencia.
Incorpore a coeditores o editores invitados Indígenas (o contrátelos para esos puestos), ¡y págueles! No espere que la gente trabaje gratis. Puede que usted tenga un puesto remunerado a tiempo completo que le permita dedicar tiempo a proyectos de escritura, pero es posible que las personas cuya sabiduría y voz usted necesita no lo tengan.
La Ilustración europea, el capitalismo y el individualismo son sistemas interrelacionados y codependientes
Según la Ilustración, la forma de ordenar el mundo para crear conocimiento surgió en Europa en la primera década del siglo XVIII. Se exportó a todo el mundo con los propios europeos, hasta el punto de que en muchos lugares donde todavía hoy perdura el colonialismo de colonos europeos (América del Norte, América del Sur, América Central, Australia, Nueva Zelanda) es posible que las poblaciones no Indígenas entiendan esta cosmovisión como la única forma de conocer y entender el mundo. Hay otras formas de ver, ser y entender. Confiemos en que usted busque otras formas de observar y comprender el mundo, pero si ésta no es su prioridad, le pedimos que, como mínimo, no presente su cosmovisión eurocéntrica como si fuera la única que existe.
1. Cómo llegamos a estar en un lugar es importante y necesita una explicación
Al igual que posicionarnos, trazar nuestras historias de llegada como colonos a tierras robadas es importante porque revela las formas en que nosotros o nuestros antepasados nos beneficiamos directamente (o no) del colonialismo. Los acontecimientos de la llegada original pueden influir en nuestro estatus socioeconómico y en nuestra riqueza actual. Los favores otorgados posteriormente por las leyes coloniales pueden haber otorgado o negado beneficios. Por ejemplo, muchos colonos británicos recibieron concesiones de tierras o compraron tierras robadas con descuentos para incitarles a venir a lo que hoy se conoce como Canadá. Cuando visibilizamos el camino que hemos recorrido para llegar a las tierras colonizadas, nos reconocemos como unos huéspedes que no han sido invitados, lo que hace que las Naciones Indígenas puedan posicionarse como nuestros anfitriones.
2. Descolonizar, en cuanto que verbo, debe ser algo activo (¡nunca una metáfora!).
Descolonizar significa, literalmente, eliminar las estructuras coloniales. Indigenizar es actuar para promover, apoyar y amplificar las formas Indígenas de ser, hacer y pensar en la medida de lo posible. La frase “Nada sobre nosotros, sin nosotros”, se utiliza a menudo en estos contextos. Esto significa no planificar nada sin la colaboración y la participación voluntaria de los pueblos Indígenas.
Hay muchos recursos magníficos para profundizar en estos temas.
En este enlace encontrará un pdf con propuestas de lecturas
Imágenes
Todos los trabajos con abalorios son obra de Bryenton Innes (anishinabe). Fotografías: Bryenton Innes.
IG @bryenton_