El devastador daño provocado por un incendio en el tejado de la Catedral de Notre Dame de París ha conmocionado al mundo. El ICOM y su comunidad internacional de profesionales de los museos y del patrimonio comparten la tristeza por esta incalculable pérdida del patrimonio mundial en París, lugar de nacimiento de nuestra organización.
Admiramos la valiente intervención de los bomberos de la ciudad, que lucharon sin miedo para limitar la magnitud del daño. Encomiamos, igualmente, la extraordinaria labor de los profesionales que, a lo largo de las décadas y siglos de existencia de Notre Dame de París, han contribuido a su conservación.
Nos reconfortan las expresiones de solidaridad de los representantes de nuestros Comités Nacionales de otros lugares del mundo, los considerables donativos prometidos por diferentes benefactores y ciudadanos, y la promesa del Presidente Francés, Emmanuel Macron, de que Notre Dame será reconstruida en cinco años. Estos compromisos y muestras de generosidad son un mensaje de esperanza que refleja la dedicación de la sociedad a la conservación de su patrimonio cultural.
No obstante, debemos reflexionar sobre lo que podemos aprender de esta catástrofe. Hace menos de ocho meses, tras el devastador incendio del Museo Nacional de Brasil, pedimos a los dirigentes y responsables políticos de todo el mundo que reconocieran la necesidad de proteger los museos, de asignar una financiación adecuada y desarrollar políticas que permitan a las instituciones culturales desempeñar su papel en la sociedad.
Este último desastre es una constatación más de la urgente necesidad de convertir la protección de los bienes culturales en una prioridad mundial. Notre Dame ha capturado la imaginación de generaciones de escritores y artistas, y ha recibido a innumerables turistas en la ciudad más visitada del mundo. Si un tesoro internacional como este puede sufrir un desastre de tal magnitud ¿qué no podrá ocurrir con otras instituciones y sitios culturales menos icónicos, aunque no por ello menos importantes, que por una escasa financiación no son capaces de cumplir unos requisitos de seguridad adecuados?
El Consejo Internacional de Museos aboga por una preparación y medidas de respuesta adecuadas ante desastres en todas las instituciones dedicadas al patrimonio cultural. Junto con nuestro Comité para la Gestión de Riesgos en Caso de Desastres seguiremos movilizando y formando a profesionales, pero resulta esencial contar con inversión y políticas públicas que garanticen la adopción de estrategias de prevención en todas las instituciones patrimoniales.
Como siempre, el ICOM está dispuesto a colaborar con los gobiernos y nuestras organizaciones asociadas, el ICOMOS, el ICCROM y la UNESCO, para trabajar juntos sin tregua y garantizar la protección del patrimonio cultural de todo el mundo.