Estelle Brunet
conservadora-restauradora y museóloga.
Los museos no tienen fronteras,
tienen una red
octubre 31, 2024
Palabras clave: Tráfico de bienes culturales, museos, restitución, Nepal, ética museística.
Desde hace unos años varios museos se han visto envueltos en escándalos internacionales relacionados con la posesión de objetos culturales presuntamente saqueados o adquiridos ilegalmente. A través de varias asociaciones de activistas, Nepal, un país rico en patrimonio, ha presentado demandas de restitución de antigüedades contra varios museos, entre ellos el Metropolitan Museum of Art y el Art Institute de Chicago. El estudio de sus respuestas institucionales plantea interrogantes sobre la ética museística ante la falta de un marco jurídico.
Marco jurídico y ético de los museos
El tráfico de bienes culturales es una actividad delictiva lucrativa, cuyo valor se estima en varios miles de millones de dólares al año (Potard, 2016). Se basa principalmente en la exportación ilegal de objetos históricos desde sus países de origen a los mercados occidentales. La Convención de la UNESCO de 1970[1] y el Convenio de UNIDROIT de 1995[2] establecen las bases jurídicas para hacer frente a este problema, pero su aplicación plantea una serie de dificultades. En primer lugar, cada país gestiona sus propios controles de exportación, algo que complica la gestión de los bienes que atraviesan varias fronteras. Además, como la Convención de la UNESCO no es retroactiva, no se aplica a los bienes exportados antes de su entrada en vigor. El Convenio de UNIDROIT no ha sido adoptado universalmente, sólo lo han ratificado algunos países de origen. Por otro lado, el plazo de prescripción suele ser demasiado corto para los objetos recuperados tarde. Y es más, la aplicación de los convenios puede contravenir las leyes nacionales que protegen a los adquirentes de buena fe. Es por todas estas razones por lo que los procedimientos de restitución siguen siendo largos y costosos, y la ausencia de sanciones penales en el derecho internacional limita su eficacia.
Afortunadamente, los códigos éticos museísticos, aunque no son vinculantes, influyen enormemente en las políticas y prácticas de adquisición y gestión. Representan un compromiso moral y refuerzan la profesionalidad y la responsabilidad del sector museístico. El ICOM[3], a través de su Código de Deontología para los Museos, insta a las instituciones museísticas a demostrar la debida diligencia (Frigo, 2016) para garantizar que los objetos añadidos a sus colecciones procedan de fuentes legítimas.
Las antigüedades nepalesas y el mercado estadounidense
Para el 90 % de la población de Nepal los objetos de culto son algo primordial durante la celebración de sus prácticas religiosas (Nepalese Culture and Religion, 2017). Aunque Nepal no fue colonizado, su patrimonio cultural es vulnerable. Sus numerosas antigüedades han estado poco documentadas y protegidas, lo que ha facilitado su saqueo. El vínculo cultural entre Estados Unidos y Nepal se basa en el interés que muestran los coleccionistas estadounidenses por estos objetos, primero comprados en el mercado del arte y después adquiridos principalmente por museos a través de donaciones y legados.
Postura de los museos: estudios de casos
A través de asociaciones de activistas[4], Nepal ha reclamado la restitución de antigüedades al Metropolitan Museum of Art (Met) y al Art Institute de Chicago (AIC), y cada museo ha respondido de forma diferente a dichas peticiones.
El Met adquirió en 1988 la columna de un templo que estaba decorada con una escultura de una Shalabhanjika Yakshi del siglo XIII (The Metropolitan Museum of Art, 2023). Se cree que procede del templo Itumbaha de Katmandú, de donde habría sido robada entre 1984 y 1985 (Schick, 1998) según testimonios locales y archivos fotográficos. A pesar de las escasas pruebas sobre la fecha exacta de su exportación, Nepal solicitó su devolución argumentando que la columna había sido saqueada y exportada después de la ratificación de la Convención de la UNESCO en 1976. En 2023, tras nuevas investigaciones del Met, se firmó un acuerdo con Nepal para repatriar la columna. Pese a la falta de pruebas concretas que demostraran que la columna había sido exportada ilegalmente, el Met se ha mostrado proactivo en su política de restitución y ha sufragado los gastos de transporte.
El Art Institute de Chicago no ha adoptado el mismo método. Entre las joyas de la diosa Taleju Bhawani, un collar que data del siglo XVII se expone en las colecciones del museo desde 2010 (préstamo de la Fundación Alsdorf desde 1976) (Art Institute Chicago, 2024) y en 2021 se solicitó su devolución[5]. Unos manuscritos han confirmado su origen y demuestran su desaparición a raíz de una conciliación de inventario[6] realizado en 1970 (Nayyar, 2023).
Nepal se apoyó en estas pruebas para solicitar la restitución del objeto. Como respuesta, el AIC exigió pruebas del carácter ilícito de su traslado. En realidad, según la ley nepalesa de 1976, basada en las directrices de la UNESCO de 1970, la mera prueba de procedencia no basta para demostrar la ilegalidad de la exportación y adquisición. La consecuencia de todo ello es que en 2024 el proceso de restitución continúa pendiente.
Fig. 1. Sweta Gyanu Baniya posa en 2021 junto al collar de la diosa Taleju Bhawani expuesto en el AIC. En la hoja de papel que sostiene, dirige un mensaje al museo: “La diosa nepalesa Taleju Bhawani quiere recuperar su collar. Por favor, devuelvan el collar a Nepal” © Sweta Gyanu Baniya.
Lamentablemente, el gobierno nepalí apenas financia las iniciativas de restitución, lo que obliga a los activistas a buscar financiación externa. La falta de apoyo gubernamental es un gran obstáculo, a pesar de que es algo esencial a la hora de elaborar expedientes y establecer relaciones con las embajadas. La ausencia de una unidad especializada complica el inventario de los objetos robados, y los trámites burocráticos y la falta de recursos jurídicos dificultan aún más las solicitudes de restitución. Las acciones de los ciudadanos son pues de vital importancia para el diálogo con las instituciones extranjeras, cuya responsabilidad ética se ve seriamente comprometida (Agrawal, 2024). El uso de las redes sociales y de los medios de comunicación sigue siendo la forma más eficaz de sensibilizar a la opinión pública.
A falta de obligaciones jurídicas, los museos pueden adoptar posturas influidas por consideraciones éticas y diplomáticas. Aunque subsisten interrogantes sobre la responsabilidad ética de los museos, en particular en lo que respecta a su participación técnica y financiera en el proceso de repatriación de objetos, ello no ha obstaculizado el gran número de restituciones efectuadas en las últimas décadas.
Sin embargo, las demandas de restitución pueden chocar a veces con una aplicación estricta de la ley, lo que crea un desequilibrio entre las partes implicadas. Además, el enfoque nacionalista de los activistas podría no convencer a todos los profesionales de los museos e influir en su grado de compromiso.
Conclusión
La ética museística ha evolucionado en las últimas décadas, en gran medida por la presión de la opinión pública y de los países que reclaman sus tesoros culturales.
El tráfico de antigüedades nepalesas y, de manera más general, de los bienes culturales pone de relieve la importancia y la influencia de los museos. Mediante sus prácticas de restitución y la elaboración de políticas de adquisición e investigación de la procedencia de los objetos, los museos ejercen una gran influencia en la conducta ética de los representantes del mercado del arte, lo que les permite contribuir a la lucha contra su comercio ilícito.
Los museos recurren cada vez más a métodos alternativos para la resolución de conflictos. Algunos ejemplos son la mediación y los préstamos a largo plazo, que permiten fomentar el diálogo intercultural y llegar a acuerdos sin necesidad de recurrir a largos y costosos procedimientos judiciales.
Los esfuerzos por fomentar la transparencia y la cooperación internacional, así como la adopción de políticas deontológicas rigurosas, resultarán esenciales para garantizar que los museos sigan siendo instituciones respetadas y creíbles que trabajan para preservar nuestra historia colectiva.
Notas
[1] Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales (1970), París, 14 de noviembre de 1970 (entrada en vigor el 24 de abril de 1972).
[2] Convenio de UNIDROIT sobre los bienes culturales robados o exportados ilícitamente (1995), Roma, 1995 (entrada en vigor el 1 de julio de 1998).
[3] En Estados Unidos, la American Alliance of Museums (AAM) y la Association of Art Museum Directors (AAMD) son también muy influyentes. La AAMD actualizó sus directrices en 2008 para adaptar sus prácticas de adquisición a la Convención de la UNESCO de 1970 (The Association of Art Museum Directors, 2013).
[4] En Nepal hay dos asociaciones muy activas: Nepal Heritage Recovery Campaign (NHRC) y Lost Arts of Nepal.
[5] En 2021 Sweta Gyanu Baniya, profesora del Instituto Tecnológico de Virginia, descubrió el artefacto durante una visita al AIC. Más tarde confesó su emoción ante el objeto descubierto: “Aún se podían ver en su superficie restos de los pigmentos de bermellón utilizados en los rituales”. (AlJazeera, 2021). Inmediatamente informó a los grupos Lost Arts of Nepal y NHRC, quienes transmitieron la información a las autoridades nepalesas.
[6] Comprobación de un inventario de la colección.
Referencias
Agrawal, S. (2024) ‘Online Activists Are Driving the Fight to Get Stolen Artifacts Repatriated to Nepal’, ARTnews.com, 20 February. Disponible en: https://www.artnews.com/art-news/news/nepal-stolen-artifacts (Consultado el 30 de marzo de 2024).
AlJazeera (2021) ‘How did it come here?’: Nepal seeks to bring home lost treasures, Al Jazeera. Disponible en: https://www.aljazeera.com/news/2021//nepal-lost-treasures-artefacts-stolen-gods (Consultado el 11 de febrero de 2024).
Art Institute Chicago (2024) Necklace Inscribed with the Name of King Pratapamalladeva, Art Institute of Chicago. Disponible en: https://www.artic.edu/necklace-inscribed-with-the-name-of-king-pratapamalladeva (Consultado el 2 de marzo de 2024).
Frigo, M. (2016) Circulation des biens culturels, détermination de la loi applicable et méthodes de règlement des litiges. La Haye: Academie de Droit International de La Haye.
Nayyar, R. (2023) Art Institute of Chicago Under Scrutiny Over Sacred Nepali Necklace, Hyperallergic. Disponible en: http://hyperallergic.com/art-institute-of-chicago-under-scrutiny (Consultado el 11 de febrero de 2024).
Nepalese Culture and Religion (2017) Cultural Atlas. Disponible en: https://culturalatlas.sbs.com.au/nepalese-culture (Consultado el 16 de marzo de 2024).
Potard, M. (2016) La difficile évaluation du trafic d’œuvres d’art, Le Journal Des Arts. Disponible en: https://www.lejournaldesarts.fr/la-difficile-evaluation-du-trafic (Consultado el 30 de marzo de 2024).
Schick, J. (1998) The gods are leaving the country: art theft from Nepal. 1. Engl. ed., rev. Bangkok: Orchid Press.
The Association of Art Museum Directors (2013) Introduction to the Revisions to the 2008 Guidelines on the Acquisition of Archaeological Material and Ancient Art.
The Metropolitan Museum of Art (2023) The Metropolitan Museum of Art Returns Sculptures to Nepal, The Metropolitan Museum of Art. Disponible en: https://www.metmuseum.org//2023/nepal-return (Consultado el 11 de febrero de 2024).