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Urnas amazónicas
Aunque las urnas funerarias pueden aparecer en toda la región amazónica, hay pocos estudios, siendo las más conocidas y en peligro las brasileñas, que se dividen en cuatro tipos según la región de origen: Marajoará (isla de Marajó), Macará, Cunani (Estado de Amapa) y Guarita (principalmente en el río Urubú). Hay pocas excavaciones científicas y cronologías, pudiendo fecharse entre el 500 y el 1500 d.C. Se usaban para contener cenizas y restos humanos. Su tamaño oscila entre los 30 y los 85 cm de alto, y se caracterizan por su forma más o menos globular con profusa decoración geométrica. Las urnas Marajoará o Marajó son globulares con una boca ancha y una intrincada decoración geométrica incisa y pintada en blanco, rojo y ocre, con escasos elementos ligeramente sobresalientes. Mirando con atención, se distinguen rasgos humanos esquemáticos, sobre todo rostros humanos; también animales como tortugas, aves o serpientes y figuras con rasgos humanos y animales. Las urnas Macará son grandes y tienen forma de animales y de figuras humanas. Éstas últimas, las más frecuentes, tienen un cuerpo cilíndrico del que sobresalen brazos y piernas, los brazos doblados de manera forzada y apoyados en las rodillas, y una tapadera que representa una cabeza. De sexo masculino y femenino, están sentados en taburetes. Las urnas en formas animales son oblongas con la abertura en la espalda y cuatro patas. Presentan líneas geométricas y restos de pintura blanca, negra, amarilla y roja. Las urnas Guarita son de cuerpo cilíndrico, ancho en la base, y representan figuras humanas esquemáticas con los brazos, piernas y rostro algo sobresalientes. Tienen una tapadera que representa la cabeza o su tocado. Las urnas Cunani son pequeñas, de cuerpo cilíndrico algo globular con boca ancha. La superficie presenta una decoración geométrica incisa y pintada de blanco y rojo. Representan seres humanos esquemáticos, con el rostro en el cuello de la vasija y los brazos y piernas en el cuerpo. Pueden tener orificios en la base.