Los museos no tienen fronteras,
tienen una red

Garantizar la seguridad del patrimonio cultural durante el confinamiento: un desafío para profesionales de museos y cuerpos de policía

Garantizar la seguridad del patrimonio cultural durante el confinamiento: un desafío para profesionales de museos y cuerpos de policía

Recomendaciones del ICOM y la INTERPOL

Desde el comienzo de la crisis sanitaria del COVID-19, el 95% de los museos del mundo se han visto obligados a cerrar temporalmente sus puertas para proteger a sus visitantes. Las medidas de auto-aislamiento representan un enorme obstáculo para los profesionales de los museos, que deben seguir garantizando la seguridad de sus colecciones. La complejidad de la situación es diferente en cada museo: cada institución encontrará soluciones específicas en cuanto a la rotación de los equipos, los servicios de seguridad, el confinamiento etc.

El ICOM condena los recientes robos en el Reino Unido y en los Países Bajos. Pese a las medidas de confinamiento, es fundamental seguir mejorando y perfeccionando las medidas de seguridad de los museos.

Durante décadas, el ICOM y su Comité Internacional para la Seguridad de los Museos (ICMS) han apoyado a la comunidad de museos en la protección de sus colecciones, ofreciendo asesoramiento y herramientas sencillas de aplicar en cuanto a la organización del personal de seguridad, los sistemas de detección de intrusos, las cámaras de vigilancia, la comunicación interna y la elaboración de informes.

INTERPOL, a través de su Unidad de Obras de Arte, continúa a proteger el patrimonio cultural en sus 194 países miembros.

Además de las medidas ya existentes, el ICOM y la INTERPOL recomiendan ahora la implementación o el refuerzo de las siguientes acciones:

Comprobar los sistemas de seguridad y alarma

Los museos deben evaluar sus condiciones de seguridad y poner en marcha un plan de protección. En particular, se aconseja:

  • mantener los servicios de seguridad las 24 horas del día, 7 días a la semana (número de personal capacitado disponible que pueda desplazarse fácilmente, con una lista de reemplazos),
  • mantener en pleno funcionamiento todos los sistemas de detección de intrusos, en particular las cámaras de vigilancia y las alarmas, (dentro y fuera, 24 horas al día, 7 días a la semana), que deberán ser comprobadas regularmente por el personal de seguridad,
  • establecer un protocolo que asegure un diálogo regular y una nítida red de información entre los agentes de seguridad y los responsables de la institución (a quién llamar, en qué orden, con números de contacto actualizados, etc.), así como con los prestadores de servicios externos (en el caso de almacenamientos subcontratados).

Adaptar los protocolos

La gran mayoría de los museos ya tiene un plan de protección y seguridad. Sin embargo, la reciente encuesta del ICOM, sobre la crisis de COVID-19, indica que aproximadamente el 10% de los museos considera como inadecuadas las medidas de seguridad adicionales. El ICOM recomienda encarecidamente que los protocolos de seguridad se adecúen al confinamiento y a la disponibilidad del personal.

Por ejemplo,

  • la dirección del museo y el personal de seguridad deben establecer una lista precisa y clara del personal autorizado a acceder al edificio,
  • los guardias de seguridad deben vigilar el perímetro del edificio/sitio (en particular cuando no hay CCTV disponible en el exterior),
  • se deberá impedir o restringir, si es posible, el acercamiento de vehículos a los alrededores del edificio (con la ayuda de la policía),
  • se deberá evitar cualquier desplazamiento de obras de las colecciones,
  • se deberían programar informes de seguridad a la dirección del museo con una frecuencia de una vez a la semana.

Comunicarse regularmente con los cuerpos de policía

Los cuerpos de policía se cuentan entre las profesiones en primera línea en esta crisis, ya que el respeto de las medidas de confinamiento se considera una necesidad absoluta para luchar contra la pandemia. El ICOM y la INTERPOL animan a cada director de museo a mantener una estrecha comunicación con su contacto en el seno de la policía y a intercambiar información regularmente con su ministerio de referencia/supervisión, si procede.

Una comunicación frecuente y un rápido flujo de información entre las personas de referencia designadas representan las bases de un sistema ya adoptado por el ICOM, la INTERPOL y sus aliados internacionales como la Organización Mundial de Aduana (OMA), la UNESCO y UNIDROIT. Por este motivo, el ICOM insta a los museos víctimas de robos a que informen inmediatamente a los servicios policiales competentes, para que éstos se pongan en contacto con su Oficina Central Nacional (OCN) de la INTERPOL y con la Unidad de Obras de Arte de la Secretaría General de INTERPOL (encargada de la base de datos sobre obras de arte robadas).

“Nuestra historia y cultura, en su conjunto, se conserva en los museos. Hoy en día, más que nunca, necesitamos fortalecerlos para proteger nuestro patrimonio de los ataques y la codicia de los criminales. INTERPOL está firmemente comprometida con la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, que está altamente relacionado con la delincuencia organizada y la financiación del terrorismo.”

Stephen Kavanagh, Director Ejecutivo de Servicios Policiales,
INTERPOL

Colaborar con otras instituciones culturales que se enfrentan a las mismas dificultades

Los museos están afectados por esta crisis, así como los monumentos, sitios, bibliotecas y edificios religiosos. Los asuntos de seguridad representan actualmente una grave preocupación para todas estas instituciones. Por lo tanto, las soluciones descritas anteriormente podrán ser compartidas. En particular, la comunicación con la policía que, en colaboración con los responsables de esas instituciones, puede contribuir a reforzar la vigilancia de las zonas más ricas en patrimonio cultural.

Incluir a los vecinos y a la comunidad local

Los museos son espacios sociales vitales dentro de sus comunidades. Cuando un museo está ubicado en una zona residencial, los propios residentes, confinados en sus casas, podrían ser sensibilizados sobre la necesidad de informar a la policía en caso de tráfico o ruido sospechoso en el museo o en sus alrededores. Saber a quién llamar y actuar rápidamente son dos medidas preventivas importantes.

Empezar a pensar en el mañana…

“Mi consejo es que se empiece a pensar en cómo se reabrirá cuando llegue el momento oportuno. Se debería pensar en cómo llevar a cabo la reapertura de los museos. ¡Un pronto retorno a la situación normal es la mejor medida de seguridad que se pueda ejecutar!”

Anette Hansen,
ICMS Chair

El ICOM recibe regularmente información sobre iniciativas de seguridad específicas, incluso sin precedentes, que no pueden, por razones evidentes, hacerse públicas. Sin embargo, en esta época de crisis, debemos agradecer a todas las personas que, trabajando dentro y fuera de los museos, garantizan que las colecciones se mantengan seguras, para que el público pueda volver a tener acceso a ellas en condiciones óptimas una vez que termine el confinamiento. Gracias por su dedicación.

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