Un año y medio después de la pandemia de Covid-19, el sector museístico sigue intentando comprender sus consecuencias a largo plazo, al tiempo que se enfrenta a los retos de reaperturas restringidas.
Nuestro primer informe, publicado hace poco más de un año, presentaba una situación desesperada para los museos y los profesionales de los mismos en todo el mundo. Con casi el 95% de las instituciones obligadas a cerrar para salvaguardar el bienestar del personal y los visitantes, el sector se ha enfrentado a graves repercusiones económicas, sociales y culturales.
Nuestra segunda encuesta mundial, realizada a principios de otoño de 2020, presentó una situación mucho más variada para los museos, con marcadas diferencias regionales en cuanto a índices de apertura e impacto económico. Una de las cifras más interesantes, que a menudo ha sido el centro de los debates sobre el sector y el Covid-19, fue el vertiginoso aumento de las actividades digitales. Esta tendencia, que se incrementó notablemente entre las dos primeras encuestas, planteó interrogantes sobre la madurez y la sostenibilidad de estas prácticas en el futuro.
Por ello, con el objetivo de analizar la evolución de este y otros acontecimientos clave en el sector de los museos, lanzamos una tercera encuesta, un año después de la publicación del primer cuestionario. Este tercer estudio internacional del ICOM, abierto desde el 15 de abril hasta el 29 de mayo de 2021, investigó un escenario que, pese a seguir en estado de crisis, se describe cada vez más como “la nueva normalidad”.
Al igual que en la segunda encuesta, hemos mantenido la mayoría de las secciones, lo que nos permite evaluar las principales tendencias de la crisis provocada por la pandemia y su percepción por parte de los profesionales de los museos. Otras preguntas indagaron en los posibles escenarios futuros y en cómo los museos se están preparando para un nuevo comienzo.
Al ser este el tercer informe del ICOM, hemos decidido presentar las tendencias de las respuestas a lo largo del tiempo, en lugar de comparaciones regionales, para mostrar cómo ha evolucionado la situación en este año y medio. Por esta razón, las cifras representan resultados globales agregados, y deben interpretarse con cautela, teniendo en cuenta las profundas diferencias de los museos de diferentes partes del mundo.