Por Prof Dr Hans-Martin Hinz, Miembro Honorario y Presidente del ICOM 2010-2016
Rusia y la comunidad museística mundial han perdido a una de las más prominentes y exitosas colegas del campo de los museos.
Durante muchas décadas, Irina Antonova fue la célebre directora del Museo Pushkin de Moscú, el cual que se convirtió en uno de los mejores y más ricos museos del mundo. Fueron sus conocimientos museológicos fundamentales y sus convicciones, lo mejor para su museo, lo que le permitió convencer a otros en la política cultural, en el desarrollo de los museos y en la cultura en general.
Como sabia directora de museo, estaba vinculada a toda la comunidad museística, tanto nacional como internacional, y realizó una fantástica labor de gran profesionalidad. El ICOM se enorgullece de su compromiso con la asociación y le agradece su labor como Vicepresidenta del ICOM desde 1989 y por haber acogido la Conferencia General del ICOM de 1977 en Moscú y Leningrado. El establecimiento del Día Internacional de los Museos en 1977 fue un hito en su trayectoria y en la historia del ICOM. En 1992, el ICOM otorgó a Irina Antonova la condición de miembro honorario.
Como entonces presidente del ICOM, tuve el placer y el privilegio de conocer a Irina en varias ocasiones. Una de ellas fue con motivo de la Gala del centenario del Museo Pushkin en 2012, que tuvo lugar en el Teatro Bolshoi de Moscú y en el día de su 90º cumpleaños; fue una impresionante expresión de gratitud por parte de la sociedad rusa y del mundo museístico internacional.
Dos años más tarde, se unió a la Conferencia de San Petersburgo de ICOM Rusia, ICOM Alemania e ICOM Estados Unidos sobre “Museos y Política” y pronunció un sabio discurso sobre ese tema que le era tan familiar. Siempre elegante y encantadora, pero al mismo tiempo luchando por sus convicciones. Esto es lo que aprendí cuando la visité en su museo hace ya 20 años en mi antigua profesión de Secretario de Estado de Cultura en Berlín, y cuando discutimos el tema de la propiedad cultural reubicada debido a la guerra.
Siempre que venía a Berlín para inauguraciones de exposiciones, la ciudad en la que vivió de niña, era una invitada maravillosa, muy respetada y siempre en el centro de atención. Debido a sus ricos conocimientos y experiencias como directora de un museo y a su gran personalidad, todo el mundo disfrutaba de sus charlas y de su compañía. Irina Antonova era más que una experta en museos: era una “institución”, una reina de la museología. La echaremos de menos.
Prof Dr Hans-Martin Hinz, Miembro Honorario y Presidente del ICOM 2010-2016
Imagen: © Dmitry Serebryakov/TASS