Los museos no tienen fronteras,
tienen una red

Todas las noticias

febrero 17, 2020

5 cosas que aprendí como Especialista Fulbright en Bulgaria – Cómo fortalecer las capacidades internas haciendo prototipos

Paul Orselli

Presidente e instigador principal de POW! (Paul Orselli Workshop, Inc.)

Palabras clave: Bulgaria, Muzeiko, Fulbright, prototipos, exposiciones

Como parte del Programa de Especialistas Fulbright, tuve la suerte de participar en talleres con personal y socios comunitarios en el Muzeiko, el primer museo de ciencias para niños de Bulgaria.

Si bien principal objetivo era ayudar a fortalecer las capacidades internas en el Muzeiko, especialmente en relación con el desarrollo de exposiciones, la realización de prototipos y la interacción con socios comunitarios, aprendí (¡o reaprendí!) también algunas cosas que creo que resultarán útiles para cualquiera que trabaje en mejorar las exposiciones y la programación de los museos.

 

  1. Ayuda que las personas con las que trabajamos nos caigan lo suficientemente bien como para no estar de acuerdo con ellas

El equipo principal de personas con quien trabajé estaba formado por personal de varios departamentos del Muzeiko, socios comunitarios (incluidos arquitectos y especialistas en Escape Rooms) y Joe Cook, un importante diseñador de exposiciones de la empresa alemana de fabricación Huttinger.

Lo pasamos bien trabajando juntos y planteándonos ideas unos a otros, pero, incluso estando claro que yo era el “líder” del proceso, en muchas ocasiones no estábamos todos totalmente de acuerdo sobre la mejor manera de avanzar. Algunas personas podían defender una forma de cambiar y mejorar un elemento de la exposición, mientras que otras estaban convencidas de que había que eliminar toda la exposición y remplazarla por algo nuevo. Y esos desacuerdos (impulsados por la pasión por el trabajo que todos estábamos desempeñando) fueron una parte importante del proceso, porque nos obligaron a tener en cuenta que diferentes tipos de visitantes también podían tener opiniones muy intensas sobre la exposición.

 

  1. Bloquear nuestras agendas cambia mucho las cosas

Siempre que comparto mis objetivos y expectativas para un taller, los compañeros del museo suelen decirme cosas como “No creo que podamos hacer todo eso…”. Sin embargo, el hecho de que la gente haya reservado tiempo en sus agendas expresamente para reunirse con alguien de “fuera” proporciona un valioso tiempo sin interrupciones de llamadas de teléfono, correos electrónicos, y toda la enorme cantidad de distracciones que normalmente inundan el día a día de un trabajador de museos.

 

 

  1. Hacer prototipos “de cualquier manera” con materiales básicos es un gran motivador

La gente suele ser reacia a la idea de hacer prototipos porque dicen que no tienen tiempo ni dinero para ello. A lo que yo respondo rápidamente: “Si no tienes tiempo ni dinero para hacer prototipos de tus exposiciones, ¿vas a tener luego tiempo y dinero para corregir los errores una vez que las exposiciones estén montadas?”. Además, los prototipos se pueden hacer de manera rápida y sencilla, basta con tener papel y cinta adhesiva, y es una forma bonita de “romper el hielo” al introducir la realización de prototipos como herramienta para reforzar las capacidades internas.

 

  1. No se olvide de las fichas (y las pizarras, las tijeras, el celo…)

La realización de prototipos es una forma de “pensar con las manos”. Pero, si no tiene muchos materiales simples con los que “pensar y cacharrear”, su momento creativo se suele estancar. Por lo tanto, póngase en contacto con la gente del taller para asegurarse de que puede acceder fácilmente a las herramientas y materiales necesarios (¡incluso si tienes que llevar tú mismo las fichas!). A mí me encanta utilizar pizarras para los talleres, me gustan más que los enormes rotafolios, son reutilizables y se pueden hacer fotos de cada pizarra antes de borrarlas para luego insertarlas fácilmente en los informes de seguimiento (¡o en artículos de ICOM Voices!).

 

  1. ¡Salga de las salas del taller y visita el espacio de exposición!

Menos hablar y más actuar es la mejor manera de cambiar, hacer y mejorar las exposiciones. En lugar de solo hablar sobre cómo cambiar y mejorar las exposiciones de forma abstracta, nos centramos en actuar, llevando nuestros prototipos al museo para empezar a hacer cambios sencillos de los que podamos hablar con los visitantes. En este viaje aprendí una nueva palabra en búlgaro, que en alfabeto cirílico se escribe Можело. Se pronuncia algo así como Moj-e-lo, y se traduce más o menos por: ¡Podemos hacerlo! o ¡Esto se puede hacer! ¡Justo la actitud adecuada para hacer prototipos!

Pues ¿a qué espera? ¡Reúna a sus colegas y socios comunitarios, deles unos rotuladores, papel y celo, y que empiecen a “pensar y cacharrear” para mejorar el museo!

Visite el sitio web del Muzeiko para conocer más cosas sobre este maravilloso museo. Quizás incluso se anime a visitar Bulgaria, ¡un destino muy recomendable para cualquier profesional de los museos!

 

Referencias y recursos:

El sitio web del Muzeiko: http://www.muzeiko.bg/en

Más información sobre POW! (Paul Orselli Workshop, Inc):  www.orselli.net

Paul Orselli’s blog: https://blog.orselli.net/2019/09/searching-for-index-cards-in-bulgaria.html

Más información sobre el Programa de Especialistas Fulbright: https://tinyurl.com/s2t5exx

Más información sobre la empresa alemana de fabricación Huttinger: https://www.huettinger.de/en

 

LEA TODOS LOS ARTÍCULOS DE ICOM VOICES

 

El ICOM no es responsable de las opiniones expresadas en el artículo, que incumben únicamente a su autor.

Para participar en la nueva convocatoria de ICOM Voices, compartiendo su experiencia, haga clic aquí.