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septiembre 18, 2017

RedUna organización del Escudo Azul unida y más fuerte para proteger el patrimonio cultural

El Escudo Azul es el emblema protector fijado en la Convención de la Haya de 1954 (Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado) para marcar los sitios culturales a los que proporcionar protección ante ataques por conflictos armados. Esta organización independiente, cuyo nombre proviene de dicho emblema, suele presentarse como el equivalente cultural de la Cruz Roja. El Escudo Azul consiste en una red de organizaciones que tratan con museos, archivos, soportes audiovisuales, bibliotecas, y también sitios y monumentos.

El ICOM, uno de los cuatro miembros fundadores del Escudo Azul, ha prestado gran atención a la preparación, respuesta y recuperación de museos y otras instituciones culturales que se enfrentan a desastres o conflictos armados. A lo largo del tiempo el ICOM, a través de su red de 37.000 expertos en patrimonio, se ha implicado mucho en las actividades del Escudo Azul para ayudar a cumplir una misión común. El ICOM, la mayor red de profesionales de museos, tiene la capacidad de movilizar en cualquier parte del mundo voluntarios altamente cualificados y preparados para colaborar en operaciones de emergencia dirigidas a la protección del patrimonio. Por otra parte, el ICOM fue la primera ONG cultural que desarrolló su propio Grupo de Intervención para los Museos en caso de Desastre con el objetivo de ayudar a los museos en situaciones de emergencia. Actualmente, el objetivo del Comité para la gestión de riesgos en caso de desastres del ICOM consiste en dar una respuesta inicial tras un gran desastre, ya sea natural o provocado por el hombre, y también durante y después de conflictos armados.

El 13 de septiembre se celebró en Viena la Asamblea General del Escudo Azul, en la que se logró un importante avance para la organización: la fusión de las ramas internacional y nacional, el ICBS (Comité Internacional del Escudo Azul) y la ANCBS (Asociación de los Comités Nacionales del Escudo Azul). Un Escudo Azul unificado irá en la línea de los principios de la Carta de Estrasburgo: acciones conjuntas, independencia, neutralidad, profesionalidad, respeto a la identidad cultural y trabajo sin ánimo de lucro. La multiplicación de los ataques contra el patrimonio cultural invita a la comunidad internacional del patrimonio a reforzar su solidaridad y a coordinar de manera efectiva la ayuda internacional para la protección del patrimonio en todo el mundo.

Durante la Asamblea General del Escudo Azul, la presidenta del Comité para la gestión de riesgos en caso de desastres del ICOM (DRMC), Corine Wegener, recibió el premio “Military Cultural Property Protection” (Protección de los bienes militares culturales) de manos de Karl Habsburg, presidente del Escudo Azul. El galardón, un antiguo sable militar austriaco, premia su dilatado compromiso con la protección de los bienes culturales durante conflictos armados. Corine Wegener, antigua comisaria asociada del departamento de Artes Decorativas, Textiles y Escultura del Instituto de Arte de Minneapolis, está encargada de la Preservación del Patrimonio Cultural de la Institución Smithsonian. En 2006 fundó el Comité Estadounidense del Escudo Azul. También ha prestado servicio en el ejército de los Estados Unidos, por lo que aporta una experiencia militar y museística de gran valor para el trabajo del ICOM-DRMC.