Los museos no tienen fronteras,
tienen una red

Eric Sandweiss

Catedrático de la Cátedra Carmony de Historia, Universidad de Indiana (EEUU)

Los miembros del CAMOC se reunieron recientemente en la Ciudad de México para una reunión anual dedicada al tema “Museos de ciudad e historias urbanas impugnadas”.

Los días 30 y 31 de octubre el Palacio Nacional de México, cuyo patio estaba decorado para conmemorar la fiesta nacional, el Día de los Muertos, fue el escenario de la conferencia anual del CAMOC, el Comité Internacional del ICOM para colecciones y actividades de museos de ciudades.

Con 50 ponentes representantes de más de 20 países, la reunión del CAMOC de este año demostró ser una de las más grandes y diversas del grupo hasta la fecha. El tema elegido por el comité responsable del programa, “Museo de ciudad e historias impugnadas”, fue a la vez suficientemente amplio (por su relevancia mundial) y suficientemente específico (por su enfoque intelectual) como para provocar que las conversaciones entre los participantes traspasaran el ámbito de las sesiones formales y continuaran durante las pausas de café y durante las visitas organizadas y paseos informales por la ciudad, algo especialmente importante para los miembros de este grupo.

Como ha ocurrido en todas las conferencias del CAMOC, la participación más importante durante la reunión recayó sobre la propia ciudad anfitriona. Apenas un mes antes de la reunión la Ciudad de México sufrió uno de los terremotos más grandes y devastadores de su historia, en el cual, solo en el área metropolitana más de 200 personas perdieron la vida. Uno de los lugares en los que se iba a celebrar la conferencia, el ENCRyM (Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía), quedó inhabilitado (aunque la escuela siguió aportando a la conferencia su valioso trabajo y equipamiento). Por esta razón fue en el Museo Nacional de las Culturas, justo al lado del Zócalo, en un ala del Palacio Nacional del siglo XVIII, donde se desarrollaron los dos días de reuniones y un taller previo a la conferencia titulado “(In)migración y ciudades de llegada”, un taller patrocinado en colaboración con el proyecto trienal del ICOM “Migración:Ciudades”. El recorrido para llegar a este lugar histórico, ya fuera a pie o en transporte público, por un área metropolitana de más de 21 millones de personas supuso para los asistentes a la conferencia la posibilidad de conocer de primera mano uno de los paisajes urbanos más extensos, complejos e históricamente ricos del planeta.

Doug Saunders © CAMOC

Desde su publicación en 2010, el libro del periodista canadiense Doug Saunders, Arrival City: The Final Migration and Our Next World, ha sido un texto clave para reflexionar sobre las migraciones y los movimientos mundiales que han dado lugar a las ciudades controvertidas de la actualidad. La presencia de Saunders entre los ponentes (tanto durante la conferencia como durante el taller previo a la conferencia) sirvió para provocar entre los asistentes la reflexión sobre aquello que podrían compartir profesionales de museos de lugares tan diversos como Madrid y Vanuatu, o del West Side de Chicago y Kioto, en sus esfuerzos por representar el cambio urbano y promover respuestas creativas a los retos de nuestro tiempo. Saunders recordó al público asistente que el mundo está prácticamente experimentando el “mayor cambio poblacional de la historia de la humanidad”, un cambio que ha trasladado a los seres humanos del campo a la ciudad, y en algunos países este proceso ya se ha completado. Advirtió que, en gran medida, esta transición sigue pasando desapercibida para las élites políticas y culturales, que ni lo cuentan ni lo tienen en cuenta. Los asentamientos urbanos informales y las ciudades periféricas, a menudo con muy pocos o ningún servicio urbano, han ofrecido y seguirán ofreciendo un punto de llegada esencial, si no invisible en muchos casos, para los recién llegados que buscan la forma de conseguir nuevas oportunidades. Los museos de ciudades, según apuntó Saunders, reflejan cada vez más la importancia de estas comunidades, que si no fuera por ellos no serían suficientemente reconocidas, para la subsistencia de las metrópolis del siglo XXI.

Los documentos de la sesión sirvieron para demostrar la opinión de Saunders y avalar el alcance y el dinamismo del trabajo que están realizando los museos de ciudades de los cinco continentes. Desde México Marco Barrera Bassols, Jesús Antonio Machuca Ramírez, Ana Karina Puebla Hernández, Cintia Velázquez Marroni y Rosa Viviana López Ortega presentaron ante los asistentes a la conferencia los retos a los que se enfrentan las ciudades, y también los museos, en el país anfitrión, un lugar en el que se contabilizan, según Barrera, casi 20 millones de migrantes internos. Diversos estudios de caso que abarcaban desde la región central de Canadá hasta Argentina situaron las dificultades de México en relación a la urbanización y la migración en un contexto hemisférico, mientras que los ponentes de Madrid y Barcelona ofrecieron paralelismos con la península ibérica relativos al trabajo creativo de los profesionales de los museos de la ciudad mexicana.

La reunión contó con una buena representación de los museos de ciudad ubicados en ciudades asiáticas y africanas, incluyendo Kioto, lugar de celebración de la próxima Conferencia General del ICOM 2019. A su vez, los ponentes de los museos de ciudades europeas, desde Belfast hasta Moscú, presentaron posibles respuestas a las necesidades e intereses de sus conciudadanos. Desde la iniciativa de jardinería urbana de Lisboa hasta un espacio seguro para “historias no seguras” en Ámsterdam, pasando por una institución en Estambul desarrollada a partir del legado de un periodista asesinado, sus proyectos compartían la voluntad de dejar a un lado las convenciones de la práctica museística para poder dar una respuesta más directa a las cambiantes necesidades culturales, políticas y medioambientales de las poblaciones urbanas.

Visita al Museo Nacional de las Culturas © CAMOC

Y como si se quisiera ampliar el debate sobre esos nuevos medios y prácticas, a la mitad de la reunión el secretario del CAMOC, Afșin Altayli, dirigió un ejercicio en grupo en nombre del nuevo comité del ICOM sobre la Definición de museo, perspectivas y posibilidades (MDPP). Los asistentes se dividieron en pequeños grupos para debatir sobre sus ideas en torno a las necesidades actuales y las perspectivas futuras tanto de los museos, en calidad de instituciones, como de sus países respectivos. Los resultados de este ejercicio, que se añadirán a los resúmenes de otros debates similares que tengan lugar en las reuniones de otros comités del ICOM, aportarán información al trabajo inicial de este nuevo comité para que éste, a su vez, informe a la organización.

Posiblemente el resumen del momento actual, prometedor y tenso a la vez, que más afecta a las vidas tanto de las ciudades como de sus museos proceda de Jette Sandahl, miembro del CAMOC y pionero de los museos daneses. Sandahl defendió que “no existe un verdadero lugar neutral” en nuestra cultura, ni siquiera los museos. Según Sandahl los profesionales de los muesos suelen “subestimar los lazos entre los museos y el statu quo”, y añadió que los retos de “descolonizar nuestra propia mente” y de “dejar de considerar la oposición una patología” esperan a que alguien quiera aplicar a esas historias tan “controvertidas” el tremendo potencial para el bien social que tienen los museos, unas historias que provocaron la llegada de este grupo procedente de ciudades de todo el mundo a la capital de México, una ciudad golpeada pero fuerte.