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abril 6, 2020

EnfoqueHacia el siguiente paso para la modificación del Reglamento de la UE que prohíbe el N2 en toda la Unión

Los resultados de la consulta sobre el uso del nitrógeno para la protección del patrimonio cultural empujan los esfuerzos del ICOM y el ICOMOS al próximo paso.

Desde marzo de 2019, el ICOM y el ICOMOS han estado exigiendo la modificación del Reglamento de la UE Nº 528/2012 que prohíbe el uso de nitrógeno generado in situ (N2).

El desplazamiento del oxígeno atmosférico ha demostrado ser un método versátil y ecológico para la desinfección y la desinfestación de los bienes del patrimonio cultural. El tratamiento anóxico es una de las prácticas más compatibles con muchos materiales. Su prohibición tiene consecuencias importantes para el sector cultural y también perjudica económicamente al mercado europeo del manejo integrado de plagas (MIP).

La Agencia europea de los productos químicos (ECHA) y la Comisión Europea iniciaron una consulta abierta en diciembre de 2019, en la que invitaron a las partes interesadas a proporcionar información sobre las posibles alternativas disponibles para la protección del patrimonio cultural. El ICOM y el ICOMOS apoyaron conjuntamente esta acción que tuvo resultados sumamente positivos para el sector del patrimonio. De las casi 1.500 propuestas recibidas, sólo 3 de ellas se oponían al uso del nitrógeno. Aprovechamos esta ocasión para agradecer a todos los participantes en la iniciativa.

El ICOM y el ICOMOS están preparando actualmente la solicitud de inclusión del nitrógeno generado in situ en el anexo del Reglamento. Pedimos a nuestros miembros que apoyen este esfuerzo y nos envíen información sobre los estudios y métodos de uso del nitrógeno en el MIP para el sector del patrimonio.

Al mismo tiempo, el ICOM cree firmemente que eliminar el nitrógeno del Reglamento sería la mejor solución. El nitrógeno constituye el 70% de nuestra atmósfera. No representa un elemento peligroso – también se podría clasificar el agua como un biocida. Llamamos al sentido común de los políticos y de las administraciones europeas para que modifiquen este Reglamento.