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mayo 23, 2017

EnfoqueLos esfuerzos de Ginebra para proteger el patrimonio cultural mundial

Laura Zani

Asesora ejecutiva de Patrocinios y Relaciones Internacionales, Musées d’art et d’histoire de la Ville de Genève, Ginebra

Una historia de éxito en la lucha contra el tráfico ilícito.

El 22 de noviembre de 2016 la fiscalía de Ginebra confiscó nueve piezas arqueológicas procedentes de Siria, Yemen y Libia que habían estado almacenadas en puertos francos de 2009 a 2010. La investigación comenzó en abril de 2013, durante una inspección rutinaria de puertos francos realizada por la Administración Aduanera Federal, en la que descubrieron varias piezas de las que sospecharon podían haber sido obtenidas de forma ilegal. En enero de 2015, un experto de la unidad especializada en transferencias internacionales de bienes culturales de la Oficina Federal de Cultura confirmó la autenticidad y el gran interés cultural de las piezas. En febrero de 2016, siguiendo las recomendaciones de la Oficina Federal de Cultura, la Administración Aduanera refirió el caso a la fiscalía de Ginebra, la cual abrió un proceso penal y confiscó las piezas. Con las pruebas reunidas durante la investigación, la fiscalía concluyó que las piezas confiscadas procedían, efectivamente, de un saqueo. Hasta que las piezas puedan ser devueltas a sus países de origen, la fiscalía de Ginebra ha encargado su custodia a expertos científicos de Musées d’art et d’histoire de la Ville de Genève para que el público tenga conocimiento de la importancia de una incautación como esta.

La respuesta de Musées d’art et d’histoire consistió en movilizar a varios restauradores para que estudiaran y estabilizaran las obras y, posteriormente, mostrarlas a los medios de comunicación y al público. Desde el 14 de marzo y hasta finales de septiembre de 2017, el Musée d’art et d’histoire permitirá la visita gratuita de las piezas arqueológicas confiscadas, con fines tanto educativos como disuasivos, para que la sociedad sepa el daño que provoca el saqueo del patrimonio cultural. Algunas de estas piezas se exponen al lado de las cajas en las que fueron trasportadas ilegalmente hasta Ginebra después de pasar por Doha. Aunque los traficantes suelen saber cómo borrar su rastro, esta vez no lograron su objetivo. La lucha contra el tráfico ilícito está mejorando. Las redes ilegales están siendo desmanteladas poco a poco gracias a la extraordinaria cooperación entre los profesionales del sector cultural, las agencias aduaneras, la policía, los sistemas judiciales, la INTERPOL y el ICOM, todo ello bajo los auspicios de la UNESCO. El éxito de la operación de Ginebra fue el resultado de la buena coordinación de todos estos actores.

Las nueve piezas expuestas en el Musée d’art et d’histoire son de un valor histórico y cultural incalculable. Sin embargo, han sido mutiladas y privadas de su pasado, como ocurre con cualquier objeto que es arrancado de su contexto arqueológico. Las excavaciones ilícitas son un ataque al espíritu creativo humano y a los testimonios de historia que tan necesarios resultan para el avance de las civilizaciones. Como dice Jean-Yves Marin, director de Musées d’art et d’histoire, “No hay pueblos sin un pasado. En cualquier sociedad la cohesión social se basa en un legado común. Por eso es necesario tener en cuenta la conservación del patrimonio incluso durante la fase ofensiva de un conflicto, de modo que se pueda preparar la vuelta a la paz y la reconciliación. Nadie puede olvidar las demoledoras imágenes de la destrucción de los sitios y museos de Yemen y Siria. Más allá de la relevancia simbólica, se trata de un negocio lucrativo que abastece a los mercados europeo y norteamericano”.

[1] © MAH, foto: F. Bevilacqua Relieve funerario representando un retrato femenino bajo un kline Origen: Palmira (Siria) Primera mitad del s. XI d.C.
[2] © MAH, foto: B. Jacot-Descombes Cabeza de un sacerdote con un tocado cilíndrico Procedencia: Palmira (Siria) Siglo XI-XII d.C.

Un marco legal especial

La incautación llegó en un momento importante para Suiza, un país con un marco legal muy restrictivo. Las adquisiciones y transacciones de bienes culturales han estado sujetas a normas específicas desde la entrada en vigor, en 2005, de la Ley Federal sobre la Transferencia Internacional de Bienes Culturales. Actualmente la ley suiza incorpora las disposiciones de la Convención de la UNESCO de 1970. En 2016, después de diversos procesos penales y colaboraciones dirigidas por la fiscalía de Ginebra, se devolvieron a Italia 45 cajas de piezas obtenidas en excavaciones ilícitas. Tras siete años de juicios, será devuelto a Turquía un sarcófago romano de mármol en el que se representan los Doce Trabajos de Hércules, una pieza que fue excavada ilegalmente en la necrópolis de Perga y posteriormente importada a Suiza y expuesta en Ginebra.

Según el profesor Marc-André Renold, de la cátedra de la UNESCO de Derecho Internacional de la Protección de los Bienes Culturales de la Universidad de Ginebra, “Suiza, un país claramente importador y de tránsito, es un actor importante en el mercado del arte. Por desgracia, a veces se ve envuelto en incautaciones civiles y delictivas de bienes culturales obtenidos por medio de saqueos de yacimientos arqueológicos. Creo que el público tiene el derecho a ser informado para que entienda el daño causado por los saqueos”.

Aumenta la cooperación multilateral

Desde la publicación de las Listas Rojas del ICOM se han estrechado los vínculos en el ámbito diplomático internacional. El 3 de diciembre de 2016 se celebró en Abu Dabi la conferencia internacional titulada Safeguarding Endangered Cultural Heritage (Salvaguardar el patrimonio cultural en peligro), una conferencia organizada conjuntamente por Francia y los Emiratos Árabes Unidos en la que participaron 40 países. La conferencia dio lugar a la creación de un fondo internacional para la protección del patrimonio cultural en peligro y al establecimiento de una red internacional de refugios en los que guardar y custodiar temporalmente los bienes culturales.

Como parte de estos esfuerzos de cooperación multilateral se instalará en Ginebra la sede de ALIPH, la Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio Cultural en las Zonas de Conflicto. Esta fundación trabaja para movilizar recursos destinados a implementar programas de prevención y protección de bienes culturales en peligro en casos de emergencia y para su rehabilitación después de un conflicto. Siete países donantes e importantes filántropos, incluidos Jean Claude Gandur y Thomas Kaplan, ya se han comprometido con 77 millones de dólares, y Francia, Suiza y China se han ofrecido como países refugio. Uno de los primeros proyectos de la fundación consistirá en evaluar la situación en los sitios culturales de Irak. Permanezcan atentos…