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mayo 11, 2020

¿Quién incluye a quién? Escuchar, antes de contar (historias) en los museos

Anna Chiara Cimoli

ABCittà | Università degli Studi di Milano, Italia

Palabras clave: escuchar, migración, diversidad cultural, diálogo intercultural, mediación.

Escuchar como instrumento para el diálogo intercultural y social

El arte de “escuchar” parece ser una habilidad importante en estos tiempos, es la respuesta al discurso de “ellos y nosotros, que no tiene en cuenta la diversidad humana.
El diálogo intercultural es necesario para eliminar el énfasis sobre la cuestión de la mera “etnicidad”, sin negar su importancia, sino, todo lo contrario, tomando la “diversidad” como un dato constitutivo de cada sociedad. Es un marco para crear un sentido de pertenencia y objetivos civiles compartidos, espacios públicos y plataformas para el diálogo. ¿Cómo pueden los museos contribuir a este escenario?

Los museos como mediadores culturales y sociales

Los experimentos realizados en la última década sobre la relación entre los museos y los inmigrantes, los refugiados y los solicitantes de asilo han demostrado tener un gran potencial a pesar de sus imperfecciones. Cuando se estudia la representación del “otro”, resumen de la migración, es importante analizar el trabajo de estructuras institucionales o independientes, las cuales sitúan el acto de “escuchar” dentro de un marco más amplio de los estudios sobre poscolonialismo, género y homosexualidad, así como de las medidas de accesibilidad, entre otros.
Actualmente los proyectos iniciados por algunos museos para estimular el diálogo intercultural y social con el objetivo de incluir a las minorías (migrantes, refugiados o solicitantes de asilo) pueden extraerse de distintos ámbitos culturales, como la música, la interpretación, la literatura, la escritura de blogs, la enseñanza de idiomas, la historia pública, etc.

Diversificar el diálogo en el Museo Rotterdam

Un ejemplo de una institución cultural que ha optado por desarrollar las conexiones interculturales y sociales a través de la “escucha” es el Museo Rotterdam. Cuando se supo que iban a comenzar unas obras enfrente de su edificio, el Museo Rotterdam acordó instalar un edificio prefabricado al lado de las obras en el que se montó una cantina: así, durante un tiempo, los comisarios del museo compartieron su hora del almuerzo con los empleados de la construcción, en su mayoría búlgaros, y hasta contrataron un cocinero con este objetivo. La premisa era que, si la misión de tu museo consiste en ser un “museo de ciudad”, lo mejor será entonces que te reúnas con los residentes de tu ciudad. Pregunta y escucha las respuestas.

El Proyecto Multaqa

Otro ejemplo es el galardonado proyecto Multaqa, promovido tras la guerra de Siria por cinco museos estatales de Berlín, y posteriormente adoptado por otras instituciones internacionales. El proyecto Multaqa pretende impulsar el diálogo intercultural entre Alemania y Siria a través de la formación a refugiados para que se conviertan en guías de museos. Estos guías crean discursos y visitas en torno a objetos que ellos interpretan a través de su propia perspectiva profesional. Una vez más, “escuchar” resulta primordial en este caso: el proyecto se basa en un profundo proceso de intercambio en el que todos los participantes comparten y debaten sobre los conocimientos y las percepciones de las culturas e historias alemana y de oriente medio, todo ello parte de un proceso continuo de entendimiento mutuo.

Factories of Stories, © Gallerie degli Uffizi

¿Puede el museo convertirse en una patria?

Si los museos fracasan a la hora de “escuchar” las necesidades de sus diferentes públicos, su representación se debilitará y terminarán resultando irrelevantes. Por el contrario, los museos que implican a sus comunidades pueden convertirse en hogares temporales para muchas personas: para esos cuidadores que trabajan en casas privadas y residencias de ancianos, quienes se podrían beneficiar mucho de programas adaptados durante sus horas de descanso; para aquellos que aspiran a obtener la ciudadanía del país en el que viven, tal y como ha demostrado el Museo Tenement y la Sociedad Histórica de Nueva York, que organizaron ceremonias de naturalización para sus empleados; y para estudiantes internacionales, tal y como vemos en los Musei Civici de Venecia y el Museo Popoli e Culture de Milán, donde proponen cursos de idiomas.

Los museos también pueden actuar como “museos de barrio” promoviendo la cohesión y la comunicación locales basándose en el modelo de las bibliotecas de barrio, la cuales funcionan a menudo como “puestos” sociales en los que se facilita la cohesión entre diferentes generaciones y necesidades. Pueden abordar temas relacionados con prejuicios y estereotipos, que son compatibles con la diversidad, tal y como demuestra el set de herramientas de lucha contra estereotipos diseñado por ABCittà gracias a la aportación de la Fundación Cariplo como parte del proyecto Museums and Stereotypes (Museos y estereotipos). Este proyecto fue creado para apoyar una investigación crítica en torno a los estereotipos más comunes de los museos: consiste en una serie de actividades dirigidas a favorecer la observación crítica y la socialización en los grupos de trabajo, de formación y profesionales.

El proyecto Factories of Stories

¿Solo los historiadores de arte pueden interpretar? Cuando otro toma la palabra, ¿en qué condiciones puede esa persona ofrecer una perspectiva diferente? La reciente experiencia del proyecto Factories of Stories (Fábricas de historias) de la Galería de los Uffizi, en Florencia, pretende mejorar y abrirse a más interpretaciones, en lugar de seleccionar segmentos de un “público imaginado”. Ciudadanos italianos e internacionales de Florencia, de diferentes generaciones, han escrito una serie de pódcast en los que reinterpretan 12 obras de la colección. Los textos ofrecen la oportunidad de analizar posibles significados que, de otra manera, no habrían sido identificados. Estas interpretaciones, leídas por los participantes en su idioma nativo y por actores famosos en italiano, constituyen ensayos técnicos para obtener una “visión universal” en la que la idea de estar ubicado en un tiempo y un espacio se funde en una dimensión universal transversal.

En estos tiempos, caracterizados por prestar cada vez más atención al rol de las fronteras y los muros, ya sean físicos o metafóricos, como único medio para justificar una forma malinterpretada de la “auto defensa”, los museos pueden contribuir a promover la comprensión intercultural transcendiendo la mera cuestión de la seguridad. Cuando el derecho a la ciudadanía a menudo se transforma en un arma electoral, “escuchar” puede representar un potente antídoto frente al populismo. En momentos de crisis económica, cuando los presupuestos de los museos se ven drásticamente reducidos, es importante centrarse en la única práctica que podría permitirnos diseñar una mejor programación, más relevante para el futuro y que empiece por una conexión social más fuerte.

Referencias y recursos:

Ver el artículo original titulado “Chi include chi? Il museo come spazio disponibile all’ascolto”, publicado en línea en AgCult.it, 5 febrero 2020

Más información sobre el Museo Rotterdam

Más información sobre el proyecto Multaqa

Más información sobre el proyecto Museums and Stereotypes

Más información sobre Factories of Stories, de la Galería de los Uffizi en Florencia (Italia)

Photo credits: © Gallerie degli Uffizi

 

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